Rocío Muñoz ha sido una de las participantes en La Ruta. Tras su paso por el programa, esta joven de 20 años, madre, vecina de La Coma y soñadora sin límites ha descubierto que cualquier cosa es posible si se propone conseguirla. En un futuro cercano desea seguir formándose, quizá en la Escuela de Adultos porque trabajar en atención al público, “con las personas”, es una de sus máximas aspiraciones.
- ¿Cómo accedes al programa la Ruta?
- Fue mi madre la que me animó a contactar con Jovesolides, además podía acudir con mi nene. Y todos han sido momentos, los vividos, de los que guardo un gran recuerdo porque he aprendido mucho.
- ¿Qué has aprendido al participar en esta formación?
- Me han enseñado a buscar trabajo, a abrirme una cuenta de correo, a saber manejarme con las webs de empleo… y yo también trabajé duro en mi casa, hasta que me llamaron para hacer un trabajo.
- ¿Cómo fue esa primera entrevista?
- Pues al principio estaba muy, muy nerviosa, pero hubo un instante en que recordé los ejercicios que hicimos en una de las sesiones, y eso me tranquilizó bastante.
- ¿Cómo ha sido tu primera experiencia laboral durante estos meses?
- Al principio muy bien, pero me cambiaban constantemente los horarios sin previo aviso, y con la maternidad y el aumento de horas en el trabajo, sin pago de horas extras… me ha empezado a afectar la salud y he tenido que dejarlo. Ahora me gustaría encontrar otro trabajo, con mejores condiciones.
- ¿Crees posible volver a estudiar? ¿Formarte más?
- Sí, claro. Yo estudié solo hasta 2º de la ESO, y ahora lo echo en falta. Cuando era pequeña vivimos en diferentes lugares, y esto me influyó… cuando quise enfocarme en los estudios, el nivel me pareció muy alto.
- ¿Y qué trabajo te gustaría hacer?
- Me gustaría ser profesora, toda mi vida he enseñado de alguna manera, o dependienta… me gusta muchas cosas. Me gusta la atención al público, las personas…
- Has contado qué has aprendido a nivel práctico, y a nivel personal ¿qué has aprendido en La Ruta?
- A tener confianza en mí misma, a saber que lo puedo hacer todo, que todo es posible si me lo planteo, que puedo hacer cualquier cosa. Cuando empecé tenía mucha inseguridad, porque yo no tenía experiencia en nada… pero las personas que nos dan clase nos ayudan en todo, hacen que sientas esa confianza desde el principio, y te apoyan mucho.
- ¿Cuál ha sido la sesión que más recuerdas o que más te gustó?
- Pues una en la que hicimos unos ejercicios entre todos, y recuerdo que uno de ellos era señalar “las piedras” con las que cargaba. En mi caso, la ESO, el carné de conducir, y tener un nene, y en verdad nada tiene que ver porque yo sin la ESO, sin carné y con un niño he conseguido trabajo.
Los planes de Rocío a medio plazo no son pocos: obtener el carné de conducir, encontrar un trabajo estable, completar su formación básica… y viajar a Soria, para conocer la tierra en la que nació su padre. Pero ella ahora lleva por bandera la esperanza y la confianza de que, le cueste más o menos, su vida no se pintará de imposibles sino de retos cumplidos.