Mohamed es un nómada incansable, cuyo principal objetivo al viajar es absorber todo lo posible de la cultura, la forma de vida, y por supuesto de las personas con las que va tropezando y con las que ya ha confeccionado una “familia muy especial por el mundo”. Su entusiasmo por aprender y ayudar le ha llevado ya a visitar la India, Nepal, Alemania… Este ingeniero de aeronáutica egipcio, apasionado por la educación no formal llegó hace ya un año a España para desarrollar su voluntariado en Jovesolides.
Decidió realizar su labor voluntaria en España para ampliar su conocimiento sobre la cultura española, y también para mejorar su aprendizaje del idioma que ya había empezado a aprender en su país. Le sedujo sobremanera la idea de trabajar “en un ámbito multicultural, y además poder acumular más experiencia en el campo del diseño de ideas creativas”.
Para Mohamed el emprendimiento social, uno de los ámbitos que trabaja Jovesolides España, fue decisivo para finalmente enviar su solicitud de voluntariado a la entidad. Y tras un año de vínculo con la organización, señala que uno los aspectos más gratificantes de su voluntariado es “haber trabajado directamente en un barrio como La Coma, en Paterna, donde conviven árabes, latinos, españoles...” Y también suma a su mochila “conocer más y mejor la cultura gitana”.
Cuando echa la mirada atrás, le sigue fascinando la idea de haber podido ayudar al equipo de Jovesolides en sus proyectos sociales. Y haber aprendido de ellos sobre comunicación, o nuevas técnicas de innovación social. “Técnicas que pondré en práctica sin duda porque son adaptables a cualquier contexto”. Además, admite que sigue sorprendido por el hecho de que desde Jovesolides nos embarquemos en un evento tan grande como el Foro Internacional de Innovación Social. “Eventos muy necesarios para dar a conocer el emprendimiento social y su impacto positivo”.
Su voluntariado en Jovesolides ha sido una experiencia que le ha permitido conocer a otros compañeros EVS (Servicio de Voluntariado Europeo) con los que ha tenido la oportunidad de convivir. “Y aunque a veces no sea fácil, porque cada uno tiene su carácter, al final te adaptas y te conviertes en una persona más flexible. Extraigo un aprendizaje muy positivo”.
A este inquieto egipcio de 31 años, que actualmente disfruta aprendiendo alemán, le gustaría en un futuro no muy lejano crear su propia organización, o trabajar en una entidad dedicada a la educación no formal. La idea le surgió hace ya algunos años cuando llegó a la conclusión de que “la educación en Egipto es deficiente”. Su sueño es poder desarrollar todo lo aprendido en sus viajes en su país. Y trabajar así para ofrecer una educación lúdica, práctica y a accesible a todo el mundo.
Cuando le preguntamos acerca de si recomendaría hacer un EVS, Mohamed lo tiene claro, “por supuesto que sí”. Además destaca que se trata de una experiencia “muy importante para trabajar en el ámbito internacional. Te ayuda a abrir la mente, y con ella se abren nuevos caminos”.
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Si estas interesado/a en el Servicio Voluntario Europeo, te informamos desde evs@jovesolides.org