En octubre 2011 Mateo Sabogal Arango de Colombia estudió en la Universidad Politécnica de Valencia el máster en Cooperación al Desarrollo como becario de Jovesolides. Después decidió seguir en el proyecto que había incursionado antes con la organización Populus Proyectos Comunitarios en Bogotá. Allí realiza la fomulación de proyectos y la búsqueda de financiación para activides de arte y cultura para la comunidad que está rodeada de delincuencia y narcotráfico. Aquí cuenta su experiencia.
“Lo que se obtiene con violencia, sólo se puede mantener con violencia” decía el gran Mahatma Gandhi. Y es que Colombia, el país en el que vivo y al cual pertenezco ha logrado en cierta medida parte de su desarrollo en medio de la sangre y la guerra. Hoy, puedo ser agente del cambio y ello se lo debo a la formación adquirida y respaldada por Jovesolides.
En octubre de 2011 empezó una travesía en la cual recorrería un mar de conocimientos inesperados a través de personas inesperadas. Llegué a la Universidad Politécnica de Valencia a cursar el máster en Cooperación al Desarrollo teniendo todas las intenciones de aprender para poder replicar el conocimiento adquirido en mi país de origen. Jovesolides siempre estuvo ahí, con paciencia y afecto facilitando el aprendizaje y guiándome para el momento de mi regreso.
Al llegar a Colombia, junto con la organización Populus Proyectos Comunitarios, comenzamos el proceso para el que tanto me había preparado. Quería cambiar el mundo (todavía lo quiero) pero sabía que no era posible. Así que, decidí seguir en el proyecto que había incursionado antes de mi partida a España. El lugar era y sigue siendo Usme, una localidad de la ciudad de Bogotá donde niños de escasos recursos, se encuentran a merced de la delincuencia y el narcotráfico que azota el territorio. Junto con la organización, queremos sembrar allí vida digna y desarrollo local.
Para llegar a ello, el arte se ha convertido en nuestra mejor arma, nuestra mejor herramienta. Talleres audiovisuales, festivales de cine, fiestas de pintura y mucha dedicación son las tareas cotidianas para revelar a los menos favorecidos una nueva oportunidad, otra alternativa. La formulación de proyectos y la búsqueda de financiación han sido una de mis constantes, para lograr los objetivos de Populus y beneficiar a la comunidad.
La organización, también ha trabajado durante mi regreso con los indígenas colombianos, quienes a través del Festival de Cine y vídeo de los pueblos indígenas buscaron expresar una realidad de opresión y exclusión. Asimismo, con el colectivo de Mujeres Audiovisual, quienes intentan promover los derechos de la mujer y reducir la violencia de género, mostrando películas y cortometrajes referentes en el tema. Este año, curiosamente fue España, el país invitado para enseñar algunas producciones.
Es así que mi regreso a Colombia ha girado alrededor de pinturas, cámaras de vídeo, registros fotográficos, y tareas de oficina para mostrarle al mundo realidades que para muchos son ajenas y que de tratarlas traería desarrollo.