Hablamos con Rocío Villaplana, una de las 35 alumnas de la formación ‘Semillas’, realizada en el marco del proyecto europeo Innovagrowomed. Licenciada en Geografía y formada como quiromasajista se define como una mujer inquieta, viajera, independiente y familiar. Desde que es madre su conciencia medioambiental ha aumentado y ahora su mayor sueño es montar una panadería en el Forcall, un entorno rural con menos de 500 habitantes. Y además hacerlo en el horno catalogado como más antiguo de Europa, un horno medieval de 1246.
¿Cómo llegas a la formación de ‘Semillas’, desarrollada en el marco del proyecto europeo Innovagrowomed?
La información del curso me llegó a través de un grupo creado a raíz de una formación en Cooperativismo que realicé hace unos años en la población de Almedíjar (Castellón). Ya hace tiempo que pienso que esta forma laboral es la que cuadra con mi filosofía, lo de tener un jefe no es algo que me termine, al menos en la cultura española, porque la jerarquía no suele ser horizontal.
¿Cuál es la idea de negocio con la que deseas emprender?
Mi idea de negocio es montar una panadería, en principio en un entorno rural o semirural. Buscando una ubicación, probamos en una aldea de Utiel, pero no terminó de cuadrar, pues necesitaba una inversión económica inicial muy alta. Y ahora estoy investigando con mi pareja otra ubicación, la población del Forcall. La idea es trabajar con variedades autóctonas, en la medida de lo posible ecológicas, pero sobre todo de proximidad. Observamos que es imprescindible abastecernos con proveedores cercanos, de confianza, que tengan los mismos valores que nosotros.
¿De dónde nace esta idea?
Nace en especial de mi pareja, él casi nació en una panadería, sus padres tenían una panadería en Francia, y allí se formó como panadero y pastelero. Yo pongo el corazón del proyecto, me encanta tejer redes, buscar información y crear contactos dentro del sector agroecológico que, creo, son más importantes que en cualquier otro sector.
¿Cuál es el factor diferenciador de tu emprendimiento?
Yo diría que la ubicación en la que queremos desarrollar nuestro emprendimiento. Es en El Forcall, donde se encuentra el horno catalogado como más antiguo de Europa, un horno medieval de 1246, que hasta hace unos años estaba en uso, pero se quedó sin panadero.
Creo que haber encontrado un horno con esa historia es un punto remarcable del emprendimiento, siendo un edificio protegido, propiedad del ayuntamiento, y que además, es de por sí, un punto de atractivo turístico muy visitado durante todo el año.
¿Cuál observas que es para ti la principal dificultad?
La dificultad es la creación de una línea de producción agroecológica que tenga acogida en un entorno rural, de baja densidad de población. Y además, que ya en el pueblo hay otro horno en funcionamiento. En definitiva, conseguir un buen producto en un horno de fuego directo y también vivir en una población de 500 habitantes será un gran reto para nuestra familia.
¿Cuándo prevés que podrás lanzarlo?
Esperamos poder presentar nuestro proyecto al ayuntamiento entre marzo y abril de 2022, y trasladarnos a principios de verano, para así, ponerlo en marcha lo antes posible. En esa fecha también podremos aprovechar el buen tiempo y la afluencia de veraneantes a la localidad.
Antes de trabajar en esta idea de emprendimiento, ¿habías emprendido? ¿Por qué has elegido esta opción frente al trabajo por cuenta ajena?
Yo, personalmente, no había emprendido, al menos en lo que respecta a montar una empresa. Pero vengo de familia emprendedora, mi abuelo montó una empresa, y mi madre regentó un asador donde yo trabajé desde los 16 años de cara al público. Para mí es algo muy natural.
Háblanos de la formación ‘Semillas’. Las alumnas ya habéis realizado más de 330 horas de formación, ¿qué balance realizas?
Han sido muchas horas de formación con un profesorado variado, y un programa muy bien estructurado. Hemos creado un gran grupo de mujeres con ideas afines, complementarias, con las que veo muchas cosas en común, y de las que me nutro día a día. Solo destacaría que en la parte económica de la formación, me hubiera gustado que parte del profesorado la hubiera impartido con una visión menos capitalista y más enfocada en el triple impacto, no sólo en el económico.
Recientemente, las alumnas habéis iniciado el mentoring y coaching con voces expertas de distintos ámbitos. ¿Qué esperas tú en concreto de esta parte de la formación?
Me gustaría encontrar mentores, o voces que nos ayuden desde lo pequeño, sin perder de vista que un proyecto tiene que tener una rentabilidad. También que el emprendimiento nos lleve a una mayor calidad de vida y una mejora de la sociedad. Por otro lado, veo que entre nosotras se podrían crear cooperativas u organizaciones para dar más fuerza y posibilidades a proyectos individuales. Y en esta línea, me encantaría trabajar en dinamización de grupos, en capacidades de liderazgo, y también mejorar mis capacidades de hablar en público para vender el proyecto. Me considero una persona extrovertida y habladora, pero muchas veces me cuesta hablar en público cuando no conozco a la gente. Y por supuesto, no creo que este tema sea solo para las que elegimos trabajar por cuenta ajena.