Desde hace meses vivimos una de las situaciones más complejas a nivel global. El coronavirus nos ha llevado, sin previo aviso, a un tiempo en el que la vulnerabilidad nos roza a todas las personas, aunque a unas más que a otras. Y frente al desconcierto, el miedo y todo tipo de lenguaje bélico, es también tiempo de reivindicar y practicar la solidaridad, los cuidados y la responsabilidad colectiva. Y una herramienta constructiva para abordar el nuevo escenario en el que nos movemos es la innovación social.
Cada vez es más conocido el término de innovación social y qué significa exactamente. Una aproximación rápida: innovación social es “un motor de desarrollo y equidad que permite encontrar respuestas, más eficaces y eficientes, a los principales desafíos de nuestra sociedad”, tal y como señalan desde la Fundación Cotec.
Estos días comprobamos que el principal desafío que tenemos como sociedad es garantizar el bienestar y el cuidado de las personas. De hecho, en un breve periodo de tiempo, son muchas las entidades y grupos de personas, que están aplicando soluciones diferentes para atender problemáticas motivadas por la emergencia sanitaria. Quizá no son conscientes, pero están usando la innovación social.
Desde Jovesólides creemos que la innovación social consiste en generar soluciones creativas a problemas sociales. La concebimos como un instrumento para incidir sobre las causas de la pobreza, o reducir la exclusión y la discriminación social. Algo que desafortunadamente la aparición del COVID-19 va a incrementar. Porque recordemos que el virus no discrimina y afecta a todas las personas, pero la desigualdad económica y social existente antes de la pandemia y la que existirá después multiplicada, como señalan desde la Organización Mundial del Trabajo, sí fomentará la discriminación. Desde la institución alertan que 25 millones de personas en el mundo pueden perder su empleo.
Innovación social en los días de coronavirus
La indignación y la esperanza se baten en duelo a partes iguales en las redes sociales, pero gana la parte de la sociedad que usa el hashtag #YoMeQuedoEnCasa y #EsteVirusLoParamosJuntos. Gana la solidaridad de la población que ocupa los balcones con aplausos dirigidos al personal sanitario, las comunidades que se organizan para ayudar a las personas más vulnerables, las campañas que exigen los mismos derechos, los fundamentales, para todas las personas, independientemente de que su situación administrativa sea irregular, los llamamientos populares improvisados que visten de arcoiris las ventanas… En definitiva, siempre ganan los pequeños gestos con los que construimos una sociedad más justa para todas las personas, para todas sin excepción.
Y si algo positivo podemos extraer de la crisis sanitaria es la generosidad y el altruismo de un gran número de personas y entidades que con diversas iniciativas se enfocan en garantizar el bienestar colectivo.
Hocelot ha puesto al servicio de cualquier ciudadano una página web, llamada coronavirusstop.org, con la que mitigar el colapso que afronta parte del sistema sanitario español y localizar los diferentes focos del coronavirus. Ahora ya no está disponible porque los organismos oficiales prepararon una web similar. Pero como destacan desde Hocelot, “en los últimos días más de 30 personas han estado trabajando 24 horas al día para ayudar de manera desinteresada en la propagación del #COVID19”.
Espaitec, Parque Científico y Tecnológico a través del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia junto a la Universitat Jaume I, ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias de la Generalitat Valenciana todo el equipamiento de su FabLab (equipos de impresión 3D, cortadoras láser, fresadoras), para la fabricación de piezas para pantallas faciales, mascarillas y automatización de sistemas de respiración manual.
Lingokids, la empresa española especializada en el aprendizaje de inglés para niños de 2 a 8 años, ha puesto a disposición de los colegios españoles (dirigido a cursos de infantil y primaria), de forma gratuita, un curso de inglés a través de su aplicación móvil. Su iniciativa se enfoca especialmente en aquellos centros educativos que no disponen de plataforma digital con la que poder mantener la continuidad de las clases de su alumnado desde casa.
La Universidad de Málaga pone a disposición del Gobierno una veintena de impresoras 3D para el diseño de mascarillas y respiradores. Por otra parte, “durante estos días se ha intensificado también la implicación directa de equipos investigadores de la UMA en el asesoramiento o en el diseño de iniciativas empresariales o institucionales que buscan la rápida producción de respiradores mecánicos artificiales”.
En la misma línea desde la Fundación Cotec han ofrecido recientemente una iniciativa para estudiar cómo crear respiradores artificiales con impresoras en 3D. Una treintena de profesionales de la Medicina, la Ingeniería y del Emprendimiento han intercambiado opiniones con la idea de encontrar soluciones baratas y rápidas a la ventilación de los pacientes. Esta ventilación es esencial en cualquier unidad de cuidados intensivos para atender a las personas infectadas más críticas.
‘ConnectYayos’ es una iniciativa solidaria creada por un ingeniero de Segovia. A través de esta reparten tabletas por varios centros de mayores de la provincia segoviana. El fin último es que las personas mayores aisladas por la crisis puedan reconectar con sus familias a través de una plataforma de videoconferencia sencilla.
Y una de las iniciativas más rápidas en conformarse nace bajo el nombre ‘Frenar la curva’, la Red ciudadana de autoayuda contra el #COVID19'. El objetivo principal de esta: visibilizar iniciativas de innovación social y autoayuda ciudadana contra el virus. Detrás de esta, un grupo de personas, empresas, instituciones, organizaciones sociales y laboratorios de innovación. Su fin último: contribuir a que se conozcan estas iniciativas y que así sean replicadas en otros lugares, incrementando su impacto social.
En esta plataforma puedes encontrar iniciativas a las que hacer aportaciones o prestar tu apoyo, todas están vinculadas a las más diversas temáticas: cuidados, trabajo, cultura, actividades para hacer con peques... Estas iniciativas ciudadanas se actualizan de forma permanente. En las primeras 48 horas de funcionamiento de la plataforma se registraron 320 iniciativas, procedentes de 900 personas usuarias que se han registrado 42.000 visitas.
Y es que frenar la curva y acabar con la emergencia sanitaria depende de toda la ciudadanía. Y estas iniciativas están dirigidas a que podamos volver a la rutina tan infravalorada lo antes posible, que no a la normalidad antes de la pandemia. ¿Y si a partir de ahora normalizamos la solidaridad y colocamos a las personas en el centro, pero de verdad? Ojalá otras formas de pensar y de hacer perduren más allá de la situación excepcional. Es muy probable que tengamos el futuro que seamos capaces de construir durante estos meses.
Recuerda seguir toda la información de la emergencia sanitaria a través de las fuentes oficiales como el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y los medios de comunicación convencionales. Otro canal de referencia para contrastar la gran cantidad de información que recibimos es la web de Maldita.es, periodismo para que no te la cuelen.