La lucha contra los delitos de odio ha reunido este fin se semana en la sede de Casa Árabe de Madrid a 78 jóvenes de diferentes puntos de España, que durante dos jornadas se han encontrado y han trabajado con representantes del ámbito político, social y académico para diseñar en común un decálogo de medidas para la incidencia política en esta materia. El foro “Jóvenes contra el odio cotidiano”, ha contado con la presencia de la ministra de Justicia, Pilar Llop.
Llop, encargada de la inauguración institucional del evento, destacó en su intervención la importancia de la concienciación acerca de la magnitud de este problema social: “Los delitos de odio son solo la punta del iceberg, y el silencio es cómplice”. La ministra de Justicia invitó a los y las jóvenes a “construir en democracia desde cada espacio, porque el Estado de derecho se construye desde lo pequeño hasta lo grande”. Así lo ha expresó durante el acto, organizado por Cazalla Intercultural, de Lorca, junto con Jovesólides, de Valencia, y la Fundación Al Fanar, de Madrid.
Este foro es el broche final del proyecto “COCO: contra el odio cotidiano”, en el que durante dos años han participado más de 1300 jóvenes en diversos talleres, encuentros y actividades. Aunque, como explicó Pedro Rojo, director de la Fundación Al Fanar, el camino no termina aquí: “Venimos a seguir trabajando. Lo que queremos es que este proyecto continúe. Tendremos el decálogo, una campaña de divulgación y una red de jóvenes para seguir dándole vida”.
El evento también contó con una intervención en vídeo de Helena Dalli, comisaria de Igualdad de la Comisión Europea, que expresó su compromiso de “escuchar las voces de los jóvenes en cuanto a las prioridades y las acciones a tomar” en la lucha contra el racismo, un reto que requiere “combatir en todos los niveles de la sociedad, porque se trata de un problema estructural”.
Esa es precisamente la línea en la que trabajaron durante todo el fin de semana los y las participantes en este foro. Tras un diálogo sobre la influencia de los medios de comunicación en el odio cotidiano en el que ha participó el periodista y activista antirracista, Moha Gerehou, en la primera jornada desarrollaron una serie de mesas de incidencia en la que jóvenes y personalidades invitadas trabajaron en común para diseñar un documento titulado “Contra el odio cotidiano: decálogo para la incidencia política”, que se dará a conocer en las próximas semanas.
Uno de los representantes políticos participantes en estas mesas, el diputado del PSOE en el Congreso Luc André Diouf Dioh, resaltó el papel diferencial que puede jugar España en esta labor dentro del marco de la Unión Europea, por sus especiales lazos tanto con África como con América Latina, que le permitirían servir de “enlace para despertar conciencias y apagar este odio que estamos viviendo desde la extrema derecha”. En esta jornada de intercambio también participaron: la eurodiputada Mónica Silvana (PSOE), el vicepresidente segundo y consejero de Educación y Cultura de Ceuta, Carlos Rontomé (PP), el diputado en la Asamblea de la Comunidad Madrid, Serigne Mbayé (Unidas Podemos) y la diputada de las Cortes Valencianas Irene Gómez (Unidas Podemos) entre otros.
Tras el trabajo colectivo, la primera jornada se cerró con una interesante mesa redonda, desarrollada bajo el título 'Jóvenes actuando contra el odio cotidiano'. En esta participaron: Marta G. Franco, periodista y creadora de la campaña 'No les des casito', Ramia Chaoui, activista antirracista y youtuber y Teresa López, periodista, actriz y activista contra la violencia estética.
Y a última hora, la primera jornada del encuentro se cerró con el humor antirracista de la actriz Asaari Bibang.
Durante la jornada del domingo, el diverso grupo de jóvenes trabajaron con las entidades organizadoras, Cazalla Intercultural, Jovesólides y la Fundación Intercultural la campaña nacional de comunicación. El fin último: seguir trabajando contra el odio cotidiano y por una sociedad en la que la que ningún tipo de discriminación tenga espacio, una sociedad justa y en igualdad para
Financiado por el programa de Derechos, Igualdad y Ciudadanía de la Unión Europea, el proyecto “COCO: Contra el Odio Cotidiano” cuenta también con la colaboración de Casa Árabe y Oberaxe, y está orientado a crear una estrategia nacional de educación y sensibilización para luchar contra el racismo, la islamofobia, la incitación al odio y los delitos motivados por prejuicios, tanto online como offline, en la línea de las directivas europeas y del segundo Plan de Lucha Contra los Delitos de Odio.