Soumia Jaity es una de los cuatro jóvenes participantes en la formación realizada en Grecia el pasado mes de diciembre, en el marco del proyecto Get Included. A la vuelta nos contó todo sobre su experiencia.
¿Qué has aprendido de tu participación en el proyecto Get Included?
He aprendido tantas cosas que son incontables... Una de ellas ha sido ser una persona más solidaria con la gente, con sus historias y su vidas. En nuestra estancia en Grecia hemos visitado varias organizaciones de ayuda a personas refugiadas e inmigrantes, y muy destacable es la labor de ARSIS. Proporcionan apoyo durante un año a familias de Afganistán, Siria, Nigeria, Irán... Les proporcionan asilo, ayuda económica, laboral, les ayudan a integrarse en el país, les enseñan el idioma y sobre todo, el inglés. Además, escolarizan a los niños y hacen que vivan, por lo menos durante un año, con toda “normalidad”. También reciben asistencia médica y psicológica, algo muy importante.
¿Por qué es tan relevante la atención psicológica para las personas que reciben refugio?
Nos explicaron que muchas personas llegan con graves problemas psicológicos, y que la mayoría no hablan de su pasado. Prefieren abandonarlo, olvidarlo. No obstante, el personal especializado cree que las personas refugiadas son más fuertes que nosotros, porque nosotros buscamos vivir bien, pero ellos solo buscan vivir. Jamás podré olvidar esa frase, como tampoco los murales que tenían de sus países de origen, en los que podían, por un minuto, recordar cómo era su vida anterior. También nos comentaron cómo les preparan para que asuman la responsabilidad de su vida en otros países en los que no pueda haber este tipo de ayudas.
¿Qué más cosas habéis aprendido estos días?
Hemos aprendido a adquirir destrezas para hablar en público y a desarrollar nuestro sentido crítico. Para ello, ha sido fundamental trabajar en grupos, para llegar a un objetivo común. Y esta metodología ha fomentado nuestra creatividad, y ha tenido como fin último hacer algo nuevo que nunca se haya hecho, que perfectamente podrían ser futuros proyectos de trabajo. Por ejemplo, ideamos una plataforma digital de ayuda a un cierto colectivo. Mi grupo tuvo la idea de crear un aplicación para personas refugiadas, para las traducciones y para otros servicios. Otra plataforma que me encantó fue YANA ( you are not alone) dirigida a ayudar a las mujeres, víctimas de acoso o abuso sexual. Otra actividad muy interesante ha sido la crear de una asociación dedicada a la ayuda de personas inmigrantes y a refugiadas…
¿Qué más destacarías de la experiencia?
El curso de fotografía, en el que aprendimos técnicas para hacer buenas fotos, y que llamen la atención en nuestras campañas.Y también el challenge, que básicamente consistía en crear un hashtag inclusivo con las personas refugiadas e inmigrantes, publicarlo en las redes, y promover su difusión. Y para mí, una de las cosas más importantes de esta experiencia es que aparte de aprender mucho, de una forma didáctica, conoces y haces muchos amigos, personas especiales que empiezan a formar parte de tu vida y que jamás olvidarás. Esos momentos que vives con personas que sabes que jamás se repetirán en el mismo lugar con las mismas personas, son únicos y hay que saber aprovecharlos.
¿Recomendarías la experiencia a otras personas? ¿Por qué?
Por supuesto que sí. Quiero animar a todas las personas a participar en este tipo de proyectos, ya que te formas como persona, y además disfrutas. Quiero agradecer a Jovesolides, por darme la oportunidad de participar, y quiero destacar el trabajo que hacen, fomentando la formación de jóvenes y el aprendizaje intercultural.