El movimiento #RegularizaciónYa inició este fin de semana en València, así como en otras 30 ciudades españolas, una campaña para recoger 500.000 firmas que permitan la regularización de la situación administrativa de 500.000 personas migrantes, a través de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con la que reivindican su 'derecho a tener derechos'. Para aproximarnos más a qué reclaman, hablamos con Dolores Jacinto, portavoz del movimiento.
Es extraño que a día de hoy, alguien no sepa qué es el movimiento Regularización Ya. No obstante, para aquellas personas que no conozcan exactamente su origen y su razón de ser. ¿Qué es y cómo nace el movimiento Regularización ya?
Nacemos como movimiento en abril de 2020 a raíz de la pandemia, de los confinamientos. En esos meses sacaron muchas medidas dirigidas a emprendedores, empresarios… pero eran ayudas que no llegaban a las personas en situación administrativa irregular y que no tenían cómo sostener su vida. Entonces, empezamos a reclamar al Gobierno que todas las medidas sociales que estaban en funcionamiento llegaran también a las personas migrantes y para ello una regularización extraordinaria. Porque las personas migrantes en esa situación, en ese momento vivieron una vulneración extrema de sus derechos.
Somos un grupo de personas que trabajamos en distintos territorios del estado español. Somos trabajadoras del hogar, trabajadoras sexuales, psicólogas, politólogas, activistas dentro de otras organizaciones… y vemos una necesidad urgente de dar protección a todas estas personas y empezamos a trabajar para presentar una PNL (Proposición No de Ley) al Congreso, una proposición que fue rechazada en 2020. Llegamos a conseguir la alianza de ocho partidos políticos, que se unieron para apoyar esta iniciativa, pero fue rechazada por PSOE, PP, Ciudadanos, PNV y Vox.
Teníamos la esperanza de que se pudiera hacer, puesto que España ha regularizado extraordinariamente hasta en seis ocasiones en su historia democrática. Y nos estábamos ajustando al artículo 31.13 de la ley de Extranjería que dice que se puede regularizar a las personas si hay un motivo urgente, y en este caso lo había, el contexto pandémico.
En 2020, esta iniciativa fue rechazada, pero, ¿desde el movimiento sois conscientes de que entonces marcasteis un hito dentro del movimiento antirracista de España?
Creo que todavía no lo somos. Vamos dando pasos por convicción, más que por marcar una diferencia porque creemos que es una cuestión de justicia para las personas que no tienen derecho a tener derechos, ni siquiera a ser llamadas personas.
Sabemos que vamos dando pasos importantes como migrantes, y también en alianza con otras organizaciones sin las que tampoco podríamos avanzar, pero las que lideramos el movimiento somos las personas migrantes.
Desde el movimiento pedís la regularización extraordinaria de 500.000 personas que actualmente no cuentan con una vida digna. ¿Cómo le explicarías a una persona que quizá no tenga toda la información qué significa vivir en situación administrativa irregular?
Desde mi propia experiencia, puedo decirle que estar de forma irregular para que lo entienda es complicado. No imposible, pero sí complicado. Nosotras, ahora estamos apelando a decir que no somos personas extrañas, que ya estamos viviendo en el territorio español desde hace muchos años. Somos personas que somos conocidas por la comunidad, en el espacio de trabajo, en el supermercado… convivimos, somos vecinos, pero no tenemos el mismo estatus como ciudadanos. Y desde aquí, intentamos fomentar empatía en el resto de la ciudadanía con nuestra situación.
Además, recuerdo que la situación irregular también afecta a menores de edad, porque la irregularidad la heredan los niños. Es más difícil acceder a comedores escolares, a que sigan estudiando una vez terminada la ESO… y se les va etiquetando de diferentes formas. Por ello, recurrimos a generar empatía. Ustedes también han sido migrantes, han sido exiliados y se les han abierto los brazos y las puertas. Ahora queremos un apoyo a esta iniciativa para que llegue al Congreso y se debata.
Desde el movimiento Regularización Ya remarcáis también que esta regularización no es solo beneficiosa para el colectivo migrante, que es beneficiosa para toda la ciudadanía española de la que formáis parte aunque no se os reconozca.
Yo misma llevo once años viviendo en territorio español y a día de hoy yo no cuento con un DNI. Yo sigo teniendo NIE y me veo obligada a hacer una cotización a la Seguridad Social para seguir manteniendo ese estatus de regularidad.
Cuando hablamos en términos económicos, la regularización sería grandiosa para el estado porque se reconocerían todas esas cotizaciones que a día de hoy no están reconocidas. Personas que siguen trabajando en la economía sumergida, pero no porque esas personas lo quieran sino porque hay un reglamento de Extranjería que es el que lo permite. Las personas no es que no quieran pagar impuestos directos, es que no pueden hacerlo.
¿Cómo ha sido el proceso hasta llegar a la Iniciativa Legislativa Popular? ¿Cuáles han sido los principales obstáculos hasta llegar dónde ahora os encontráis?
Empezamos a finales del verano de 2021, en contacto con el partido Un mundo más justo, que nos propuso esta iniciativa. En octubre la llevamos por primera vez al Congreso y fue rechazada. Presentamos una segunda vez, que también fue rechazada y de nuevo, por convicción, la presentamos una tercera vez y nos la aprobaron. Es el 22 de diciembre cuando nos dicen que ya podemos recoger las hojas para esas 500.000 firmas que tenemos que reunir. Nosotras nos hemos puesto como objetivo 600.000 porque sabemos que pueden ser anuladas algunas. ¡Vamos a por las 600.000! Pedimos a la ciudadanía española, porque han de ser firmas con un DNI español, que se involucre. No podemos permitir que las personas queden al margen del sistema, no podemos permitirlo.
¿Cuál es la fecha límite para recoger firmas? ¿Y dónde puede dirigirse una persona interesada en apoyar la iniciativa?
Tenemos hasta el 23 de septiembre para recoger firmas. Tenemos poco tiempo, y somos conscientes que nos atraviesa el verano. Por ello, estamos acudiendo u organizando eventos para recoger el mayor número de firmas en poco tiempo.
¿Cómo valoráis hasta el momento el apoyo recibido por la ciudadanía a nivel general?
Nosotras estuvimos en la Plaza de la Virgen, en València, este pasado sábado y ha sido muy grato. Por supuesto, nos hemos encontrado a gente que no está sensibilizada y tampoco le interesa saber del tema, pero hay una gran mayoría que sí. Y quiero destacar especialmente a las personas mayores que se acercan y después de todo lo vivido, ellos quieren estar ahí.