En plena era digital el uso del móvil forma parte de nuestra vida, lo usamos para casi todo. Desde que suena la alarma en la mañana este dispositivo nos acompaña en cada momento del día, e incluso ya hay cosas que son inimaginables hacer si no recurrimos a un smartphone. Trabajar, estudiar, las relaciones, el ocio… prácticamente toda nuestra vida hemos sido capaces de introducirla en ese “imprescindible” pequeño aparato. Pero hay una delgada línea que separa la practicidad de una preocupante nomofobia. ¿Y cómo afecta esto a los y las más jóvenes?
La nomofobia (de la expresión en inglés no mobile phone phobia) es el miedo irracional a estar sin el móvil. Sus síntomas pueden ser: obsesión por tener el teléfono siempre cargado, nerviosismo o ansiedad si no podemos utilizarlo por cualquier motivo: situación imprevista, datos, cobertura…
Esta fobia afecta especialmente a los y las jóvenes entre 14 y 16 años, que en España usan el móvil unas 4 horas y media al día. De hecho, son el colectivo más vulnerable con el uso del móvil, según un reciente estudio realizado por la Universidad Internacional de La Rioja y la Universidad de Deusto.
El smartphone es una herramienta útil, pero si hacemos un buen uso, porque según este estudio “no es inocuo”. Por ello, desde Jovesolides apostamos por una educación digital y promovemos un uso seguro y saludable de las TIC. Lo hacemos a través del proyecto Internet Segura, dirigido al entorno escolar y familiar que forma a: profesorado, padres, madres y menores en un uso adecuado de las nuevas tecnologías.
Y en el marco de este programa, financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad realizamos este experimento social, en el que participaron alumnos y alumnas del IES Vicent Andrés Estellés de Burjassot (València). Descubre qué pasó.