Amr es posiblemente una de las personas más positivas que puedas tropezar. Y siempre viste esa actitud ante la vida con una contagiosa sonrisa. Este ingeniero informático con un elevada sensibilidad hacia lo que ocurre en el entorno global, llegó en marzo desde Egipto para hacer su voluntariado europeo en Jovesolides. Desde entonces, dice haber encontrado su lugar en el mundo en la ciudad de Valencia.
Estos ocho meses de estancia y trabajo voluntario en la entidad le han hecho descubrir aspectos desconocidos sobre sí mismo. “La vida no es vivir solo, y tienes que compartir lo que tienes. Esto te hace sentir más humano.” Y también admite que su voluntariado le ha hecho “más responsable” en su trabajo, y “como ciudadano”.
Amr decidió hacer su voluntariado europeo por una necesidad intrínseca de expandir sus horizontes en el mundo, de explorar sus habilidades como persona. Para descubrir qué valores le acompañan, y con un convencimiento absoluto afirma que “para devolver lo aprendido a la comunidad”.
Su labor voluntaria hasta ahora ha sido muy diversa. “He prestado apoyo en actividades de emprendimiento e innovación social (InnovaT, YounGO)”. Y a raíz de su participación en estos proyectos internacionales, el joven emprendió una pequeña pero ambiciosa iniciativa. Ésta consistió en recorrer en bicicleta un total de cinco países (España, Andorra, Francia, Mónaco e Italia) en 20 días. El objetivo principal de esta original ruta era recoger las diferentes formas de emprendimiento en estos países. Y más allá de recopilar la información, creó un espacio en el que compartirla y hacerla accesible a todas las personas que estuviesen interesadas. Su aventura social tuvo además su repercusión mediática, en Andorra y en Egipto.
Por otra parte, Amr también atiende a las personas que acuden al telecentro (el Espai es el único referente electrónico en el barrio de La Coma) a obtener sus papeles relacionados con la Administración; documentos de pensiones, desempleo... Además, “he impartido un curso básico de TICs, y ahora estoy dando clases de inglés básico.”
Le gusta pensar que cuando en su día a día atiende a los vecinos y vecinas del barrio, les ayuda a “sentirse más seguros”. Como cuando impartió el curso básico de TICs a amas de casa, “con lo aprendido ellas podían ayudar a sus hijos”.
Precisamente en relación con esto, Amr señala que trabajar para conseguir la inclusión social de las personas a través de las TICs es muy gratificante. Porque “es normal tener problemas en la vida, pero no hay que rendirse, hay que abordarlos. Y nosotros, desde Jovesolides les ayudamos”.
Este joven, de 29 años que afirma que “en plena era digital, las TICs son por supuesto imprescindibles”, se implica cada día en favorecer la autonomía de las personas que visitan el telecentro. Y para facilitarles el aprendizaje incluso un día se le ocurrió grabar un video sobre cada paso a seguir.
Amr, que cada día avanza un poco más en su aprendizaje del español, reconoce que la formación de las personas voluntarias es esencial para “afrontar de manera correcta el voluntariado, no sólo lo que tienes que hacer, sino también te ayuda a comprender por qué es importante dicha tarea, y a hacer mejor tu labor.”
Dice que eligió Jovesolides para desarrollar su voluntariado porque le interesa sobremanera conocer más profundamente el ámbito del emprendimiento social, y cómo aplicarlo en cualquier comunidad para solventar así sus problemas sociales.
Precisamente a aquellos y aquellas jóvenes que se estén planteando realizar un EVS, este risueño egipcio les diría que “es una oportunidad única para el desarrollo personal y profesional”. Lo recomienda porque además, “aprendes sobre diferentes culturas y estilos de vida”. Y “si explotas esta oportunidad al máximo te ayuda a lograr tus sueños en la vida”.